Al sustituir la lente natural del ojo por esta versión biónica mediante una intervención totalmente indolora sus desarrolladores garantizan la corrección de los problemas visuales para siempre.
Hasta el momento, las personas que padecían de problemas en la visión tenían que recurrir a los anteojos, lentes de contacto, algunos medicamentos y cirugías para poder restablecer su visión normal y de este modo impedir que afectara su calidad de vida.
Sin embargo, un reciente invento podría llegar muy pronto para cambiar por completo la vida de todas estas personas que día a día tienen que hacerle frente a su afección visual.
Se trata de una lente biónica de la compañía Ocumetics que podría llegar para ponerle fin a todas las alternativas que existen para aquellos que tienen dificultades visuales crónicas.
El prometedor dispositivo fue desarrollado por el optometrista de Columbia Británica, el Dr. Garth Webb, quien confía en que este elemento será todo un éxito en la mejora de salud visual, al permitir ver “hasta tres veces mejor que una visión 20/20” sin tener que llevar lentes de contacto o gafas por el resto de la vida.
Webb es el fundador y CEO de Ocumetics Technology Corp, una prestigiosa empresa dedicada a la eliminación de las gafas y lentes de contacto, con el fin de que las personas tengan más comodidad y salud en su día a día.
El optometrista y su equipo de científicos visuales son los responsables del desarrollo de la lente biónica de Ocumetics, producto en el que llevan cerca de 8 años de investigación y en cuya financiación han invertido más de 3 millones de dólares, además de una carga de patentes presentadas a nivel internacional, según revela la prensa canadiense.
Este pequeño dispositivo tiene la forma de un botón, pero su increíble función es lo que podría revolucionar la salud visual del futuro.
Según la explicación de su inventor, el dispositivo se implanta en el ojo en un máximo de ocho minutos y la operación es muy similar a la de las cataras, en la que se extrae la lente de dentro del ojo y se remplaza por una artificial.
Se trata de un procedimiento ambulatorio que no requiere ningún tipo de anestesia y que resulta totalmente indoloro para el paciente.
La lente biónica se dobla como un taco y se coloca en el ojo usando una jeringa llena con una solución salina. Luego, en unos 10 segundos, la lente biónica se desdobla y se coloca sobre el ojo por sí sola y el paciente puede notar como su vista se corrige de manera instantánea.
Este implante podría mejorar la visión hasta tres veces según la tabla de agudeza visual de Snellen, lo que supondría una visión perfecta de por vida.
Hasta el momento no hay mayores detalles sobre el funcionamiento de su tecnología, pero sus desarrolladores están seguros de que no implica ningún riesgo para los pacientes, y no provocará algún tipo de cambio biofísico dentro del ojo.
Pero, además de su principal beneficio, la implantación de esta lente biónica asegura que la persona nunca padecerá de cataratas, ya que las lentes naturales de los ojos también se remplazan por estos dispositivos artificiales, lo que garantiza la corrección de los problemas visuales para siempre.
Además, el procedimiento resulta más seguro que la cirugía láser, ya que en esta última hay una quema de distancia del tejido corneal sano y también podría provocar otras complicaciones, como problemas con el resplandor o para conducir por la noche.
La solución de Webb y su equipo no implica ninguna de estas cuestiones, pues aseguran que quienes tengan sus lentes tendrán una vista perfecta siempre, sin deterioro con el pasar del tiempo.
El proyecto ya fue presentado durante una reunión de la Sociedad Americana de Catarata y Cirugía Refractiva, donde participaban 14 de los principales oftalmólogos del país, que quedaron impresionados con la lente biónica y que llegaron a ofrecer su ayuda para futuros ensayos clínicos.
Esta lente será probada primero en animales antes que en ojos humanos, pero para ello Webb busca la aprobación regulatoria en Canadá y otros países.
Se estima que la primera lente biónica de Ocumetics estará disponible en unos dos años (2017), pero solo será una opción para las personas mayores de 25, ya las estructuras del ojo no se forman completamente hasta esa edad.
Inicialmente estaría al alcance del público de Estados Unidos y Canadá, pero se espera que llegue hasta otros lugares del mundo.
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